JUEGOS DE NIÑOS
Trabajar en una guardería es muy duro, ya se sabe como son los niños, pero nunca me llegué a imaginar que la situación en la que me encontraba se pudiera dar.
¿Cómo me he podido dejar atar por estos mocosos? Cualquier persona un poco espabilada les hubiera adivinado las intenciones, solo a mi se me ocurre confiar en sus buenas ideas.
Atado de pies y manos a la pata de una mesa soy objetivo de los cientos de juegos que se les puede ocurrir a estos diabólicos niños, a cada cual más cruel y salvaje. ¿Quién dijo que los niños juegan demasiado con las videoconsolas? Con lo bien que están con esas maquinitas simuladoras de violencia y no aquí practicándola en mis carnes.
Ya llevo varias horas atado y no se cuanto más podré aguantar pues ya han experimentado en mi unos cuantos juegos.
Primero decidieron jugar a cuidarme y darme de comer y aunque esto puede parecer inofensivo no lo es tanto si pensáis en lo que para estos críos puede denominarse comida, cualquier cosa extraña que parezca abandonada puede ser simulacro de ser cocinada y luego hacérmela ingerir.
Una vez se cansaron de este juego me convirtieron en el modelo perfecto para probar todo tipo de maquillajes efectuados con todos los rotuladores indelebles y demás acuarelas y ceras que pudieran encontrar en su entorno y no conformes con esto se cebaron después con mi pelo haciéndome arriesgados cortes de pelo en el que a veces no solo el pelo era cortado.
Después me convertí en una divertida diana preparada para recibir incontables pelotazos en todas las partes del cuerpo y cuando digo en todas es en todas. Cuando mi cuerpo había sido más castigado que el de un pulpo antes de ser cocinado cambiaron de juego.
Como mi aspecto a estas alturas dejaba mucho que desear los niños decidieron que no necesitaba la ropa para nada y procedieron a desvestirme de una forma poco delicada, a tirones.
Y así me encuentro ahora mismo desnudo en el frío suelo de una guardería con cientos de moratones y magulladuras por todo el cuerpo a expensas de lo que estos malvados niños tengan preparado para mi. Creo que nada puede ya ir peor.
Muy pronto cambié de opinión respecto a lo de que nada podía ir peor cuando vi a los niños avanzar hacia mi y atarme a la nariz una bombilla con un cable y en el otro extremo del cable el instrumental necesario para jugar al “Operación”.
Comprobé cuando noté como el bisturí desgarraba mi pierna derecha que la bombilla de mi nariz no se encendía al hacerme daño pero sin embargo el alarido de dolor que solté si que valió para que se dieran cuenta que ahora le tocaba usar el bisturí a otro niño que se cebaría con la otra pierna… la bombilla tampoco se encendió y yo me desmayé cuando noté que el bisturí rasgaba mi garganta.
Fue entonces cuando los niños dejaron de jugar y me pintaron en la frente el mensaje de : GAME OVER.
FOTO: *franja
10 Comments:
Si es que hay que tener un cuidado con los niños, yo no creo que la situación que describes se pueda dar (al menos prefiero pensar eso) pero que son unos pesados, cansinos y desesperantes sí que es verdad.
Eres un cachondo. Un saludo
Eres, uno de los guionistas de Iker Gimenez!!! una incondicional
la vida misma....
Las maquinitas que son un peligro
hola!!!hay alguien? setoy sola?
pues me largo por si las moscas!!!!
Hola azul, aunque creas que estás sola siempre hay algún niñó predispuesto a jugar.
Chasky los niños deberían ir con pilas y poder quitarselas cuando se pusieran muy pesados.
Tu también vas con pilas? espero que sean duracelllllllll!!!!!!!!!!!!!!!!!!
por lo de Y!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
No sé si voy a volver a mirar de la misma manera a los niños a partir de ahora… de todas formas…¿ Qué clase de infancia has tenido? jeje
"benditos" niños . . . :S
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