19 diciembre 2006

CURIOSO

Estoy aquí por curioso.


Dicen que la curiosidad mató al gato, pues a mi me trajo hasta aquí. Si se fijan digo aquí porque realmente no se donde estoy, bueno si que se que es una isla pequeña, pero no se situarla.


Llevaré en la isla unas dos semanas. Me alimento de pequeños peces, moluscos y de algún fruto que me encuentro. La mayor parte del tiempo lo paso mirando al horizonte, a la raya que separa el mar del cielo, con la esperanza de ver acercarse algún barco.


Me he recorrido la isla de punta a punta pues es el único entretenimiento que tengo y no he encontrado ninguna señal de vida.


Cuando anochece se me viene a la cabeza lo absurdo de mi situación. Si algún día logro salir de aquí seré el hazme reir de todo el pais, cuando cuente que yo iba paseando por aquel callejón y vi junto a unos contenedores un gran cajón de madera que parecía abandonado. Me acerqué y me asomé con gran curiosidad, con la mala suerte de resbalar y caer dentro del cajón.


Del golpe debí perder la consciencia, pues cuando me di cuenta estaba totalmente a oscuras y notaba un traqueteo que me hizo suponer iba en un camión.


Comencé a gritar y a golpear las paredes del cajón, pero todos mis esfuerzos fueron en vano.
Me debí volver a quedar dormido pues cuando me quise dar cuenta, el traqueteo había desaparecido. Intenté gritar de nuevo pero no pude pues ya estaba afónico.


Noté que aquello se movía y pude oir unas voces. Intenté moverme pero de estar tanto tiempo quieto no podía. Un fuerte meneo me desequilibró y me di un gran golpe en la cabeza que me hizo de nuevo perder el conocimiento.


Lo siguiente que recuerdo son unos movimientos bruscos del cajón de un lado para otro y la gente que gritaba “¡ nos hundimos!,¡ nos hundimos!”. Había tal alboroto que nadie oyó mis golpes.


Poco a poco el ruido se fue apagando y comencé a notar humedad en el suelo del cajón. Estaba flotando.


No se cuanto tiempo estuve a la deriva pues el hambre y la sed hicieron que me subiese la fiebre hasta delirar.


Abrí los ojos y tosí escupiendo agua salada y arena. Miré a mi alrededor y supe al instante que me había convertido en un autentico naufrago. Que en pocos días habría adelgazado, me habría salido barba y tendría un árbol para hacer una marca por cada día que pasara.


En el árbol ya hay 15 marcas, pero hay espacio para muchas más, y para los curiosos diré que lo que había en el cajón eran cientos de catálogos de una agencia de viajes publicitando unas magnificas vacaciones en una isla paradisíaca. Ahora cada vez que doy un paseo me los encuentro esparcidos por toda la isla recordándome a cada paso que doy por qué estoy aquí.

8 Comments:

Blogger Gavanido said...

Al menos no se quejará del precio de las vacaciones. Yo he de reconocer que a curioso me ganan pocos y que si no estoy en su isla, es por pura casualidad. De hecho será menos casual que en los próximos diez días esté allí haciendole compañía. Espero me reciba con los brazos abiertos.

Un perfil.

20 diciembre, 2006 11:48  
Blogger Macacolandia said...

adelante, hay catálogos para todos.

20 diciembre, 2006 15:34  
Blogger natalia jt said...

y hay catálogos de islas con hoteles??? :P

20 diciembre, 2006 19:33  
Blogger Macacolandia said...

si carisimos en los que estarás rodeado de gente mires por donde mires.

20 diciembre, 2006 20:41  
Blogger asw said...

Estupendo cuento. Supongo que la humedad pudrió la madera y fue el golpe contra la playalo que abrió el cajón. El final con las guías de viajes es la ironía definitiva...

21 diciembre, 2006 08:07  
Anonymous Anónimo said...

y donde enchufas el ordenador... en una piedra?

21 diciembre, 2006 09:23  
Blogger Macacolandia said...

Alfonso:
Lo de salir del cajón pues lo dejo al gusto del ocurrente lector.
Aiyana: mierda, Aiyana, me has pillado, a ti te diré la verdad, resulta que un día en la isla me encontré una lámpara maravillosa, la agité y uno de los tres deseos fue la instalación del cable hasta la isla, otro fue un ordenador y otro linea adsl.
Ahora pensandolo bien podría haber perdido volver a mi casa.

21 diciembre, 2006 15:58  
Blogger Dammy said...

Dicen que más vale sólo que mal acompañado, pero vaya, esto es el colmo... :-P

29 diciembre, 2006 10:05  

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