23 octubre 2006


INSTANTES

Cada 5 minutos sonaba aquella maldita sintonía. Todos los allí presentes protestaban al unísono cada vez que por aquellos altavoces se oían las repetitivas notas tan molestas.
Detrás de la mampara de cristal reían los dos científicos observando los efectos de aquel experimento que estaban llevando a cabo.
Un poco más lejos, concretamente en el piso de abajo Luis y María se besaban apasionadamente recostados en el sofá del salón, mientras Crispín, un foxterrier aún joven, se lamía la pata trasera, la cual le dolía al apoyar.
Desde la cocina del piso de al lado se podía escuchar el traqueteo de una vieja lavadora al centrifugar su carga y en la habitación contigua se encontraba Juliana, que debido a su sordera daba cada vez más volumen a la telenovela que estaban dando por la tele.
A fuera un bocinazo anunciaba el paso del tren de mercancías de las cinco y cuarto y un par de claxons de algún coche avisaban de que el semáforo había cambiado de rojo a verde. Los altavoces callaron, la gente suspiró mostrando alivio por el fin de la música. Los científicos se quitaban los auriculares levantándose de las sillas. Luis y María dormían agarrados y muy juntos en el sofá y Crispín roía un hueso con ahínco. La lavadora descansaba de su agotador centrifugado y Juliana yacía muerta delante de una televisión cuyo volumen hacía vibrar las paredes.
A fuera un bocinazo avisaba de la marcha del tren de mercancías y el ruido de un frenazo hacía presagiar un golpe entre dos coches.
Una semana después los dos científicos eran condecorados por sus descubrimientos. Luis y María esperaban con Crispín su turno en la sala de espera del veterinario y Juliana era enterrada en el cementerio de “los álamos” en la más absoluta soledad.
El ruido de trenes entrando y saliendo de la estación no paraba y Mariano hablaba con el mecánico que le iba a arreglar el golpe que había recibido en el coche una semana antes y yo todavía tengo aquella maldita sintonía en mis oidos.

4 Comments:

Blogger Angel y Demonio said...

Ouch! Que tétrico el relato!! Me gustó, se me pasaron muchisimas ideas por la cabeza, pero chico, si que fue un poco tetrico, eh?

Saludos!

23 octubre, 2006 18:49  
Blogger Para, creo que voy a vomitar said...

Me ha recordado un poco a la peli Delicatessen. Podría ser una escena de ella perfectamente!

25 octubre, 2006 09:20  
Anonymous Anónimo said...

Es como la historietas de los tebeos, esas donde salí una casa grande y se veía todo lo que pasaba... la 13 rue del percebe

25 octubre, 2006 13:58  
Blogger Macacolandia said...

si se parase el tiempo cada casa sería una viñeta de 13 rue percebe.
La vida está hecha de instantes que unidos nos hacen vivir, ugh, que profundo.

25 octubre, 2006 15:46  

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