17 julio 2006

SACRIFICIO Y MARIONETA (EL JUEGO DE BITO)

Me quedé de pie junto a la puerta, mirando el cártel.
Parecía el anuncio de una compañía de teatro que buscaban ayudante.
Siempre me ha gustado el mundo del teatro, la farándula y la representación.
Después de un par de minutos de reflexión decidí entrar en aquel lugar.

Estaba oscuro y de las paredes y del techo colgaban cientos de marionetas, disfraces, máscaras y espectaculares disfraces. El olor a incienso invadía la estancia y una melodía que parecía sacada de un caja de música sonaba al fondo.

Me recorrí todo el pasillo conteniendo la respiración, hasta que llegué a una habitación grande llena de trastos del mundo del teatro. Grandes arcones llenos de trajes de soldado, príncipes, doctor, guerreros… cientos de vestimentas apropiadas para cada personaje que se pudiera representar.
En una pared, un gran espejo colgaba justo encima de una mesa llena de pinturas y maquillaje, pestañas postizas, bigotes y barbas, brillantina…
En otro arcón pude ver decenas de pelucas, narices postizas y complementos varios. Del techo, un gran dragón verde colgaba amenazante de unas cuerdas finas casi invisibles.
Cuando más me sorprendí, fue cuando miré hacia la pared de mi derecha, en la cual colgaban filas y filas de marionetas. Sus brazos lacios, sus cabezas hacia abajo, inmóviles, esperando a ser manejadas y poder cambiar la expresión de la cara.
Me acerqué a ellas con la boca abierta. Había de todo tipo. Jamás había visto tantas marionetas juntas y todas distintas y su expresividad…tan real.

Alargué el brazo dispuesto a tocar una de ellas, cuando sonó una voz a mis espaldas.
¿Te gustan las marionetas?”. Aparté la mano dando un respingo y me giré hacia la voz. Una silueta de alguien grande se escondía en el fondo de la habitación. Estaba quieto, no dijo nada más.
He entrado por lo del anuncio”, dije dirigiéndome a la silueta. “Siempre he estado atraído por el mundo del teatro.”
Me alegra que decidieras entrar”, dijo el hombre dejándose ver. Era viejo y tenía el pelo blanco y largo. Uno de sus ojos le tenía cerrado, con el párpado anquilosado. “Poca gente se interesa por el mundo de la farándula”. Se me acercó muy despacio y me miró fijamente. “¿Te gustaría formar parte de este maravilloso espectáculo?”.
Yo eché otro rápido vistazo por la habitación y asentí. El hombre sonrió, “siéntate”, me dijo señalando una butaca. Yo me senté, mientras él, salió de la habitación. “¿Te gustan las marionetas?”, me preguntó desde la habitación de al lado. “Si”, le dije yo en alto para que me pudiera oir.
El hombre apareció de nuevo con dos copas en sus manos. “No te arrepentirás”, me dijo ofreciéndome una copa, “celebremos la decisión”, me dijo sonriendo. Se llevó la copa a los labios y yo hice lo mismo. Sabía dulce, tenía un sabor agradable, que te incitaba a bebértelo todo.
Dejó su copa en la mesa y cogió la mía y la dejó también. “El sacrificio ha comenzado”, dijo muy despacio mirándome a los ojos mientras yo notaba como me daba vueltas la cabeza y sentía como si mi cuerpo se levantara del suelo.
Admite este cuerpo como muestra del sacrificio, y haz con él lo que debas”, le pude oir mientras mis ojos se cerraban y yo perdía el conocimiento. “Oh! Poder divino, lleva a cabo el ritual para sacrificar el alma de…"


Mis ojos se abrieron.

Seguía en aquella habitación.

Me encontraba bastante desorientado.

Me dolía la cabeza.

Intenté mover mis brazos y no pude. Me asusté.

Intenté mover las piernas y no pude. Me asusté más.

La boca, nada. La cabeza, nada.

Solo los ojos.

Los giré hacia un lado y vi marionetas colgadas, inmóviles.

Los giré hacia el otro lado y ví más marionetas inmóviles también.

Me entraron ganas de llorar, pero mis ojos estaban secos.

Me entraron ganas de gritar, pero mis cuerdas vocales habían desaparecido.

Empecé a comprender lo que ocurría, cuando un chico miraba hacia mí a un par de metros y una voz a sus espaldas preguntó: “¿Te gustan las marionetas?”

8 Comments:

Blogger Zifnab said...

Esta chulo

Sonreí

Se feliz

18 julio, 2006 02:34  
Blogger Martini said...

Creo que no me gustaría ser ese chico....

Un abrazo, con tu permiso...

18 julio, 2006 04:24  
Blogger Eulalia said...

Chico, qué imaginación.
Me ha impresionado. Un relato desnudo de cualquier adorno, sólo lo necesario para meterte en su atmósfera.
Volveré a leerte.

18 julio, 2006 09:34  
Anonymous Anónimo said...

Me ha gustado... :) muy original.

18 julio, 2006 11:45  
Blogger Bito said...

Está de puta madre. Una historia de terror de las de toda la vida, a veces se echan de menos.

Me gustan tus cuentos...

18 julio, 2006 14:36  
Blogger Macacolandia said...

Me alegro que os haya gustado esta historia. Seguro que cada bez que veais marionetas de ahora en adelante las veais con otros ojos.

18 julio, 2006 15:20  
Blogger Luciernaga said...

Eres la moderna Edgar Allan Poe. Es estupendo el relato y escalofriante. Me ha gustado mucho

19 julio, 2006 09:49  
Blogger natalia jt said...

pues menos mal que se convirtió en marioneta, asi le pueden meter mano, jiji. buenooooo, ya estoy aki, solo por unos dias, echaba de menos poder leerte, encima he tenido estropeado el intenné.
un besazo pa mi loco favorito

19 julio, 2006 17:33  

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