05 mayo 2006

Examen Final

No me podía creer que el final de la carrera estaba ahí, a la vuelta de la esquina. Solamente quedaba una prueba que pasar, un examen que aprobar, el examen.
Llevaba nervioso todo el mes pensando en ese examen final. Si le aprobaba, el título era mío y se acabarían las noches sin dormir por estudiar y los fines de semana sacrificados por horas y horas delante de libros gordísimos y apuntes subrayados, pero si suspendía…si por cualquier razón suspendía, significaría empezar otra vez de cero. No se si lo aguantaría. Eran muchos años ya dándolo todo, cambiando mi juventud por un título que endosar al currículum, tantos viajes aplazados, tantos amores cancelados, tantas risas calladas. Otro año más, sería renunciar definitivamente a esos escasos años de juventud que me quedaban, a dar otra vez esquinazo a las oportunidades.
Por todas estas cosas mi vida se puede decir que dependía de esas 10 preguntas formuladas en ese folio sellado que yo debería rellenar correctamente en una hora y cuarto.


Mañana es el examen, y hoy me he levantado un poco extraño. Una pesadez en las sienes me aturden levemente haciendo que me desconcentre de la lectura. He tomado un par de pastillas, pero no noto mejoría. Me pongo a leer y los renglones se cruzan unos con otros y las letras se amontonan. No como, por que estoy preocupado y no tengo hambre.
A los síntomas anteriormente redactados se ha añadido un molesto tic en el ojo izquierdo que me desconcentra aún más. Las horas pasan y mi dificultad para dar el último repaso es grande.
Hace calor y sudo mucho, un sudor pegajoso, creo que tengo fiebre.
Llaman a la puerta, mi madre abre y entran mis sobrinos en tromba con ganas de jugar con su tío favorito. Dejo los libros un rato y salgo a saludar a mi tía. A los sobrinos les hago poco caso, pues mi estado de ánimo no me lo permite.
Mi tía y mi madre me comentan que tengo mala cara, yo digo que es de dormir poco por los exámenes.
Mis sobrinos giran a mi alrededor y yo simulo una sonrisa, y así aguanto un rato hasta que me disculpo yéndome a estudiar.


Entre unas cosas y otras hoy no he aprovechado mucho el tiempo, no me ha dado tiempo a repasar nada y las inseguridades comienzan a aparecer.
No ceno, sigo en mi cuarto intentando concentrarme, no lo consigo. Me tomo un café por qué me entra sueño. Mi madre me da las buenas noches, yo se que no lo van a ser.
Me levanto a vomitar, me miro al espejo, estoy pálido, con barba de unos días, ni de afeitarme me he acordado. Me mojo la cara y vuelvo a la habitación. Me siento delante del libro, me entretengo con una mosca que se posa en la mesa, vuelvo al libro, miro al reloj, “que tarde que es”. Me entran ganas de llorar, pero en lugar de llorar voy al lavabo a vomitar otra vez.
Me encuentro mal y me tomo otra pastilla, me siento otra vez e intento leer. Cabeceo, necesito estudiar, aguantaré…

(C O N T I N U A R Á...)

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pedazo de historia y eso que solo es un examen. Pa cuando el final????

06 mayo, 2006 07:23  
Blogger Macacolandia said...

Está al caer

06 mayo, 2006 09:25  

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