19 abril 2006

El Gilipollometro

Mucha gente opina que los videojuegos son malos por que luego al salir a la calle se tiende a imitar lo que se vio en ellos. Yo creo que ocurre todo lo contrario, que los videojuegos son una vía de escape y de desahogo en los cuales puedes soltar toda esa adrenalina sobrante que llevamos dentro, acumulada con el stress diario en el que vivimos.

Una vez soltado este discursito introductorio voy a explicar mi teoría. Los humanos (con nuestros cerebros limitados) tendemos a hacer burradas, y a confundir a veces la realidad con la ficción. (esto cuando lo hacemos la mayoría lo denominamos normal y no nos lo tratamos, sin embargo cuando es cosa de unos pocos lo llamamos enfermedad mental y se lo hacemos mirar.)
Tendemos a demostrar lo listos, hábiles o machos que somos sin que nadie nos lo pida, sin pensar en las consecuencias que puede conllevar.

Uno de los casos más claros es el comportamiento de los “humanos??” cuando nos ponemos delante de un volante. Nuestro cerebro muta, se nos olvida lo que duele un golpe y que todavía no somos inmortales.
¿Os imagináis que tuviéramos una pistola y nos pusiéramos a disparar a ciegas?¿que burrada verdad? Pues lo mismo pasa cuando usamos el coche como si fuera un videojuego, cuando te la pegas no puedes empezar una partida nueva.
Por favor, elijamos otra forma menos dolorosa para demostrar nuestra estupidez, hagamos carreras a la pata coja con un orinal a la cabeza, lancemos salibazos al aire para ver a quien le cae o concursemos en “humor amarillo”.

Desahoguemos nuestras tendencias homicidas en los videojuegos y juguemos a la ruleta rusa con un plátano. Dejemos de esparcir nuestros cerebros por las carreteras aunque no los usemos.
Otro apunte antes de terminar; ese aparato que tiene una aguja y números del 0 al 240 que cuando pisas un pedal con tu pie derecho sube y si lo sueltas baja no da premio si lo pones al máximo, (que muchos parece que creen eso), se llama gilipollometro y marca tu grado de gilipollez, o sea que háztelo mirar.