09 abril 2006

Ser Humano Sin Remordimientos

Soy un tipo gordo y despreciable. Tengo mujer, a la que no trato muy bien. Hijos a los que no hago mucho caso, y un perro que abandonaré en agosto.

Reboso en dinero (la mayor parte de él negro), dispongo de lo que quiero (materialmente hablando por supuesto) y hago todo lo posible por triplicarlo, aunque con ello me lleve por delante a otros.

Soy jefe de un negocio. Tengo a mi disposición 20 empleados a los que exprimo todo lo que puedo, y cuando les seco me deshago de ellos.

No tengo muchos amigos y los que tengo sé que lo son por el dinero. Sin embargo sí que tengo muy buenos enemigos.

Soy egoísta, sólo pienso en mí. También soy bastante envidioso, pues lo poco que me queda por tener hago lo posible por tenerlo.

Soy católico, suelo dar donativos al opus dei , soy racista, estoy en contra de los gays, el aborto y la eutanasia, y apruebo la pena de muerte.

Puede parecer, así a simple vista que mi comportamiento no sea muy correcto, pero llega abril y con ello la semana santa, y yo soy cofrade hace unos años, desfilo en las procesiones portando una pequeña cruz y tapado de la cabeza a los pies con un traje de terciopelo verde oscuro adornado con birretes dorados. Se que haciendo esto, más los donativos se me perdonan los pecados, por lo menos eso es lo que me ha comentado el sacerdote de mi parroquia.
Que dura es la vida del pobre capitalista…