12 abril 2006

Todo por la Pasta

Una idea surge y de ella nace una canción, una película, un texto, un dibujo, una obra de teatro, cualquier muestra de arte o cultura.
La intención del autor es darla a conocer y compartirla con el resto de los mortales, para que la disfruten (por lo menos eso es lo que a mí me gustaría si de mí cabeza saliese alguna buena), pero parece ser que ese no es el objetivo fundamental de muchos que dicen llamarse artistas, escritores, cantantes, actores, dibujantes.

Cuando escribes una canción o escribes un libro ¿Por qué lo haces? ¿Para sacar a la luz esa cualidad que tienes de dibujar bien, o ser un buen actor?¿O nos engañas a todos y sólo lo haces para ganar dinero fácil en poco tiempo, disminuyendo la calidad de la obra al hacerla presionado por una fecha o unos requisitos?
Me cobráis por escuchar una canción. ¿Acaso no queréis que la escuche muchas veces por que me gusta? ¿Me cobráis por difundir cultura?¿Por qué tratáis vuestras obras cómo mercancía?

Sólo se me ocurre una cosa, que no sois lo que decís. Os hacéis llamar artistas y sois churreros. Anteponéis el negocio al arte. Dais prioridad a la cantidad por delante de la calidad y no conformes con eso os intentáis cargar al verdadero artista por que os quita ventas.

Los discos se venden por una canción. El cliente que compra el disco a un precio ya desproporcionado es estafado la mayor parte de las veces pues las demás canciones son de relleno.

Las películas se hacen en función del dinero del que dispongas. Cuanto más dinero se invierte en una película menos se invierte en un buen guión.
Si un libro se vende mucho es llamado best seller, si se vende poco no existe.
Encima estos mercaderes que están cargándose la cultura poniéndola precio, para asegurarse del lucro se apoyan en una “entidad” que cómo si de unos sicarios se tratara se dedican a acosar y derribar al que no pase por el aro y al que no acate unas reglas comerciales que ellos mismos han impuesto.

Con estas medidas están haciendo que el que no salga rentable económicamente desaparezca, imposibilitando a los pequeños artistas a difundir sus ideas.
Luego echan la culpa de no ganar más de lo que ganan a la difusión de ideas y cultura, comparando esta practica con el narcotráfico o el tráfico de armas.
Si no queréis que vuestras obras lleguen a todo el público no lo saquéis a la luz.

Por una cultura libre. No a la privatización de las ideas.